Uno de los principales incordios de navegar a motor, cuando no hay viento, es el ruido que generan los motores intraborda. Con motores eléctricos podríamos navegar durante horas sin tener que soportar el martirio del motor diesel. Para recargar las baterías se podrían utilizar fuentes limpias de energía, como la eólica, la solar o la hidráulica. Durante la navegación a vela se recargarán las baterías y solo haría falta un pequeño generador en casos de emergencia. El asiento del barco no es problema ya que los parques de baterías se montarán posiblemente en la parte más adelantada de las sentinas con lo cual se producirá un adecuado equilibrio de masas además se contribuirá a mejorar el adrizamiento. Además, aumentaría el espacio para camarotes y bañera. Parece ciencia ficción, pero no lo es. El catamarán Lagoon 420 Hybrid, del grupo Bénéteau, ya lo ha aplicado.
Los motores eléctricos serán instalados en los próximos años en número creciente, para barcos pequeños gracias a los avances de la tecnología. Los rendimientos en pequeños motores eléctricos de potencias comprendidas entre los 2 y los 20 KW se han incrementado mucho. La mejora de las baterías de litio consigue reducir hasta 3 veces el peso de los acumuladores, manteniendo la misma capacidad de carga. Todo ello nos va a conducir sin duda a nuevos barcos, en donde la distribución interior no quedará condicionada por el emplazamiento central del motor.