Post publicado en nuestro blog Navegando por Grecia.
De este lugar, en donde me encuentro, ya he hablado antes. Fue el sueño de Kiriako, que pidió prestado a un famoso magnate griego para cumplirlo: su varadero. Barcos que vienen y van, salen y entran; limpian sus obras vivas; se pintan, se reparan, se preparan para nuevas singladuras. Trasiego y ajetreo de veleros; mucha gente que vive de ellos . También aquí se guardan del invierno, de los malos tiempos. Si es que los puede haber peores.
En Grecia, con las últimas invasiones barbaras,estos sitios se han convertido en verdaderos almacenes de barcos de europeos que vinieron huyendo de sus países; llegaron por mar y ya nunca volvieron a casa ¿Donde iban a estar mejor que aquí? Si en este país se podía hacer todo lo que en los suyos se prohibía y se regulaba. Los dejarían en invierno para volver a navegar al año siguiente por las acogedoras aguas griegas.
Los almacenan por orden de izada y los colocan con un calzador milimétrico, casi sin espacio entre ellos. Es por tanto comprensible que si tu reservas hasta mayo, debes tirar el barco al agua en mayo, si no lo haces, desbaratas toda la organización.
Pero esta crisis; que dicen que es de madre griega, pero tiene muchos padres; ha convertido el varadero en un centro de barcos abandonados. Muchos de sus armadores no quieren o no pueden venir este año a por ellos. Ademas algunos de ellos tienen graves desperfectos ocasionados por un tornado en Septiembre y si ha habido problemas con el seguro, nadie los reparará. Y si no aparecen no pagan. Y si no aparecen estorban a los barcos que tienen detrás. Y si no aparecen están ocupando un sitio que otro podría ocupar. Así que está todo el mundo que arde. No paran de mover barcos de un sitio al otro para dejar salir a los que se quieren ir al agua, trabajan sin descanso para no ver dinero. Y esto hasta hace un año era un negocio envidiable. Más pulgas para el pobre perro flaco.
Es una curiosidad del varadero el que esté pegadito a un pequeño y tranquilo cementerio ¡Ay señor que cosas tiene el azar! ahora hay barcos mas olvidados que los propios muertos.