Inicio con Lipari una serie dedicada a puertos mediterraneos que me parecen dificilmente recomendables, con independencia del interés del enclave en el que estén ubicados.
Lípari fue durante muchos años una de mis escalas preferidas del mediterráneo central. Bien es cierto que era un puerto sumamente desprotegido y completamente abierto a todos los vientos del primer y segundo cuadrante, pero en general y con tiempo más o menos estable la cosa funcionaba si de una corta escala se trataba. Y así fue durante muchos años: llegabas, fondeabas y dabas amarras al expuesto muelle. No pagabas nada y fuera de temporada, disfrutabas de una tranquila y más que atractiva escala.
Pero un año llegué y me encontré con un par de pantalanes como este:
Pues sí, pantalanes en medio del mar, con sus muertos y demás parafernalia de rigor, explotados por un par de compañías privadas. En ellos los barcos siguen tan expuestos como antes, pero peor. Ahora se accede por un pantalán flotante que con un poco de resaca se mueve como un condenado. Y además pagas ¡y como pagas!, por amarrar tu pobre barco en medio del mar.
No se como andará la cosa al día de hoy por esos pagos. Noticias me llegan y desde luego no son las mejores. Si sé que desde ese día otro puerto de escala (sí, otro más) desapareció de la lista de mi derrotero de viaje. Y es que un mal puerto puede, en más de una ocasión, llegar a ser un excelente puerto de refugio, pero una estafa nunca dejará de ser una estafa.
One Reply to “Malos puertos: Lipari”
abril 4, 2012