Las cubiertas de teca más antiguas, las que iban atornilladas a las cubieratas de fibra, pueden llegar a ser una fuente inagotable de problemas para el sufrido armador. Todo el que ha podido disfrutar o padecer (va en gustos) tal tipo de cubierta, habrá renegado en algún momento de tamaña ocurrencia constructiva, es decir: de como convertir un contenedor estanco (el poliester) en un auténtico colador. Pero ese es otro tema, no el objeto de este post.
Nuestro consejo, en esta ocasión, tiene que ver con los tapones saltados que tantas veces aparecen en este tipo de cubiertas. ¡Desconfiad de aquellos lugares en las que esto ocurra! Suelen ser un síntoma claro de entradas de agua por la zona afectada. Hay que sacar, en tal caso, el tornillo para sellarlo todo debidamente. Para rematar la faena hay que volver a colocar un nuevo tapón de teca, fijandolo con cola epoxi o resina de poliester. Rematar la faena lijando hasta que el tapón quede debidamente enrasado a cubierta.